Suave la lluvia entre las hojas
es un rumor amado y lento,
y tú en mi pecho te abandonas
con silencioso encantamiento.
Se trenza el viento con la lluvia...
vibras... ¡Oh que blando momento
para morir con la dulzura
del agua que evapora el viento!
-¿Oyes la lluvia que solloza?
-¿Oyes el viento plañidero?
Herida mía dulce y honda,
sólo tú ignoras de qué muero.
Francis Carco