miércoles, 5 de enero de 2011

Antes

Yo creo que te amaba
cuando eras un poeta
y tu aliento prendía
madrelunas de asombro
en mis manos cansadas.
Cuando apenas tenías
junto a la humilde lámpara
noches de vino triste
y romero encendido
para una angustia larga.
Cuando en tu andar soñabas
burdos amaneceres
de zapatos raídos
de muñecas ajenas
de calles enguantadas.
Cuando el viento traía
olor de sombra virgen
a la espiral bohemia
de tu mesa vacía
callada.
Corrías tras mi sombra
desafiando las lunas
y los amaneceres.
Eras tan sólo un hombre
nostalgioso y amargo.
Apenas un poeta
tibio de noches pobres
con las manos vacías
y el loco corazón
desbordante de versos
engañosos.

Por eso yo te amaba.

Kydia Mateo